Soy una gran aficionada a la idea de los cuadros de retratos que aparecen de repente en sitios inesperados. En el ámbito casero me gusta verlos en la cocina y en el baño, ahí es donde me resultan más soprendentes. En el comedor o el salón son siempre bienvenidos y se sienten como en casa. (Yo personalmente no los pondría en el dormitorio; creo que ya os comenté en una ocasión que prefiero eliminar la posibilidad de sentir que alguien me mira mientras duermo... )
Dicen que para recibir lo que deseas es importante
definirlo bien, llamarlo por su nombre, articularlo de forma clara...
Pues la verdad es que tengo muchas ganas de decorar las paredes
expuestas del showroom (y mi baño... y mi cocina...) con algunos retratos de desconocidos.
Revisando un poco mi Pinterest me di cuenta de que en más tableros de los
que pensaba aparecían fotos de diferentes ambientes con mucho carácter en los que había uno o más retratos. Son precisamente esos retratos los que le dan al ambiente esa personalidad. Así que decidí hacer una
doble sesión - dos artículos con el mismo tema. Simplemente porque me
resultó imposible dejar tantos espacios encantadores sin enseñar.
¿Qué os ha parecido? ¿También estaréis a la búsqueda de un retrato a partir de ahora o ya lo tenéis? Si queréis ver más no os perdáis la
parte II...
Comments
Post a Comment